La hipertensión NO se hereda se desarrolla

La hipertensión arterial es una enfermedad crónica caracterizada por una elevación sostenida de la presión arterial en las arterias del cuerpo.

Desde el punto de vista de la biofísica, la hipertensión se puede entender como una disfunción en el equilibrio entre el flujo sanguíneo y la resistencia vascular.

La presión arterial se define como la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias mientras circula por el cuerpo. Esta presión depende de la cantidad de sangre que bombea el corazón, la resistencia que ofrecen las arterias al flujo sanguíneo y la elasticidad de las paredes arteriales.

En condiciones normales, estos factores se equilibran para mantener la presión arterial en un rango saludable.

En el caso de la hipertensión, este equilibrio se ve alterado, lo que se traduce en una elevación sostenida de la presión arterial. Esto puede deberse a diferentes causas, como una mayor resistencia de las arterias al flujo sanguíneo debido a su estrechamiento o rigidez, un aumento en la cantidad de sangre que bombea el corazón o una combinación de ambos.

Desde el punto de vista de la biofísica, la hipertensión puede entenderse como un desequilibrio en las fuerzas que regulan la presión arterial, lo que puede tener consecuencias graves para la salud, como un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular y enfermedad renal, entre otros.

El tratamiento de la hipertensión se centra en restaurar este equilibrio mediante cambios en el estilo de vida, existen condiciones que pueden provocar desde alteraciones en nuestra circulación, sistema nervioso, alteraciones hormonales, ya que nuestro cuerpo trabaja de manera integral y compensatoria.

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